El periodo de transición entre las décadas de los ochenta y los noventa estuvo marcado por el dominio de los Detroit Pistons. Dentro de esta plantilla de los Sixers, destacaban dos jugadores principalmente: Moses Malone, uno de los pívots más dominantes de la liga en los ochenta y a la postre MVP de las Finales del ’83, y Julius Erving. El influjo del agente es tal que hasta la NCAA, la organización que rige las ligas universitarias deportivas de Estados Unidos, publicó este agosto un nuevo requisito para los representantes de jugadores con aspiración de entrar en la NBA: contar con un título universitario.